¿Cuáles son las diferencias entre un kilim y una alfombra?

¿Cuáles son las diferencias entre un kilim y una alfombra?

Alfombras y kilims, dos piezas fabricadas con el mismo fin: embellecer el suelo de la estancia en la que hayan sido colocadas. Ambos artículos guardan similitudes: cubren el suelo, decoran, aportan calidez y personalidad y son termorreguladoras por las materias naturales que las componen, pero a su vez presentan grandes diferencias.


Principales diferencias entre un kilim y una alfombra


Un kilim es una alfombra hecha en un tejido plano o sin pelo anudado. Está fabricado con hilos de lana por la trama de la alfombra, normalmente de algodón o lana y decorada con motivos geométricos. (Así es como lo definen los diccionarios). La diferencia más significativa entre una alfombra y un kilim, es que este último no tiene pelo anudado. Esta gran diferencia surge como consecuencia del proceso de elaboración al que se somete cada pieza.

Alfombras


La alfombra se fabrica sobre una urdimbre, o lo que es lo mismo, un conjunto de hilos que pueden ser de lana, algodón, seda o incluso yute, según el tipo de alfombra, colocados en paralelo sobre el telar con el fin de formar un tejido. Sobre esta urdimbre se van realizando, de manera artesanal, unos nudos, normalmente de lana, seda o combinadas la seda y la lana, y una vez finalizada la hilera, se coloca un hilo horizontal, también conocido como trama, que entrará y saldrá a través de las urdimbres. De esta manera, los nudos estarán más seguros y no se moverán. Cuando se finaliza esta trama, se vuelve a realizar una fila de nudos por la que posteriormente bajará la trama de nuevo, así sucesivamente hasta terminar la alfombra. En muchas ocasiones, con los extremos de esta trama se confecciona el ribete lateral de la alfombra.


Ribetes Artesanales




Kilim


El kilim, por el contrario, no tiene nudos. La estructura del kilim está formada por hilos verticales (urdimbre), entrelazados con los horizontales (trama), que van formando la pieza. A veces el kilim se compone de un tejido abierto, con pequeños agujeritos que se aprecian bien al trasluz, que hace más complicado el trabajo, ya que tienen que ir rematando y empezando de nuevo el tejido cada vez que cambian el color o el motivo del diseño. De cualquier manera, este método de fabricación da lugar a un artículo ligero capaz de transmitir una imagen actual y fresca. Generalmente son reversibles.




En la actualidad podemos comprobar que ambos artículos pueden convivir perfectamente en una misma estancia. Para ello, tan solo hay que saber combinarlos de manera adecuada: tener en cuenta el tipo de mobiliario del que se van a acompañar, los colores, el estilo de la habitación y los pequeños accesorios.

Alfombras Yasmina, ¿quiénes somos?


Alfombras Yasmina es una empresa que nació en la capital aragonesa en 1970.  Su fundador, Fernando Chavarría González, pionero del sector en Aragón, se dedicó a la importación y venta directa de las genuinas Alfombras Persas y Orientales. Fue en 2006 cuando su mujer, Mª Jesús de Lorenzo, toma el testigo y queda al frente del negocio, manteniendo intacta la filosofía de la empresa: artículos de calidad, ofreciendo siempre una buena atención y el mejor servicio a los clientes.
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