UNA HISTORIA EN CADA ALFOMBRA. ¿QUIERES CONOCERLAS?

UNA HISTORIA EN CADA ALFOMBRA. ¿QUIERES CONOCERLAS?

No hace mucho tiempo, leí un artículo escrito por un periodista español acerca de un viaje a Irán, y relataba que los productores de alfombras persas, son los mejores contadores de historias. Lo pudo comprobar Fernando, mi marido, cuando viajaba hasta esas tierras lejanas para elegir las preciosas alfombras que después os mostramos y podéis comprar aquí, en nuestras tiendas.

Creo que son buenos contadores de historias porque en sí, las alfombras que ellos anudan de manera artesanal, son historias vivas. Pero no solo por su diseño, también por el uso que le han podido dar su propietarios en un momento determinado o porque, con el paso del tiempo, se ha convertido en una pieza antigua codiciada.

Un caso muy llamativo es el de la Alfombra Ardebil, que quizá sea la alfombra oriental más famosa e imitada del mundo. Realizada de manera artesanal, en seda y lana, en el siglo XVI (entre 1530 y 1540), se encuentra expuesta en el Victoria and Albert Museum de Londres.

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Su nombre se debe a su ciudad de origen, situada en el noroeste de Irán, cerca del mar Caspio y su diseño original se compone de medallones espectaculares, junto con otros motivos arabescos, anudados en azules y amarillos que son los colores dominantes de la Mezquita del jeque Lotf Allah (también Loftolla).

Existen por todo el mundo distintas reproducciones de esta alfombra, todas ellas artesanales, anudadas en diversos colores y tamaños. Adolf Hitler tenía una réplica en Berlín y Tony Blair contaba con otra en su despacho oficial.

Actualmente las alfombras persas Ardebil poseen dibujos geométricos, con medallones en formas de rombos, un poco primitivos y con gran influencia de los diseños del Cáucaso.



Otro tema muy recurrente en nuestra sociedad occidental y de plena actualidad, es el Árbol de la Vida. Los nudos que crean este bello motivo representan la fertilidad, la vida eterna y, en ocasiones, muestran símbolos budistas y musulmanes. Muchas de las alfombras que incorporan este motivo son Alfombras persas GHOUM. Es habitual en estos tiempos, que centros de relación y de terapias naturales, utilicen en sus materiales gráficos este dibujo por lo que, una alfombra con el árbol de la vida colgada en una pared, puede ser un elemento de decoración que vaya más allá de la propia decoración ¿No os parece?

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Como en la mayoría de las obras de arte, el artesano también ha firmado esta alfombra que ha anudado de una forma tan delicada.

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Otro tipo de alfombra que está lleno de vida, y de historias que podemos recrear a través de sus jardines y figuras de animales y plantas es la alfombra persa Bakhtiar

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Directamente en nuestra tienda online, si pincháis aquí, podéis apreciar los detalles.

De hecho, esta alfombra persa se denomina “de jardines”, conocidos también como “Khesti”. Las alfombras Bakhtiar son elaboradas por un pueblo semi-nómada y es posible que utilizaran lo que veían a su alrededor para plasmarlo en los tejidos, como si fuera un diario.

Las alfombras persas y sus historias, las que seguro fueron inspiración real como las que podemos imaginar al admirar la belleza de una alfombra oriental, han llegado al mercado del arte, como objetos deseados. Lo que a lo largo de la historia fue un bien ansiado para ser usado principalmente por sultanes, monarcas y aristócratas, hoy es accesible a un público muy extenso. Aparte de ser utilizadas en el suelo, se muestran también en paredes como obras de arte. Es bueno saber que una alfombra realizada a mano, con tintes naturales, materiales de primera calidad, tanto lana como seda y con un anudado muy denso, está considerada como una rentable inversión, adquiriendo generalmente más valor con el paso del tiempo, además de convertirse en una pieza antigua cuando cumple 50 años. Tal revalorización puede alcanzar cifras millonarias como la que en 2013 se subastó en Sotheby’s por 33,8 millones de dólares. En su descripción, se dice que es una alfombra Kerman, de principio de siglo XVII.

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A los que tenéis alfombras en vuestra casa y también a los que no, os hago una recomendación: la próxima vez que os encontréis frente a una alfombra persa, admiradla y pensad en la historia que nos está contando.
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