Una alfombra, como todas las obras de arte, posee vida propia, tiene una historia y sus colores, sus motivos, sus nudos, su textura o el tipo de tejido, nos pueden descubrir su procedencia.
La categorización de las alfombras persas parte, en principio, del lugar en donde han sido creadas. De la misma manera, cada ciudad se suele identificar por sus propios diseños, incluso algunas alfombras cuentan con un motivo, una flor, una figura determinada que, a la hora de apreciarlas, ya puede confirmarnos en donde se han anudado. Hoy os voy a enseñar tres tipos diferentes de alfombras, cuyos detalles os ayudarán a identificarlas cuando las observéis.
VERAMIN
Un ejemplo muy claro son las alfombras persas de Veramin, ciudad situada al sur de Teherán. Aunque este tipo de alfombras empezó a tejerse a principios del siglo XX, han adquirido muchísimo reconocimiento a lo largo de los años. Son obra de tribus sedentarias que las tejen artesanalmente. Su sello de identidad es una margarita (Minakhani), distribuida en bodegones, con patrón repetido y anudadas fundamentalmente en tonos azules o rojos, naranjas u ocres.
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GHOUM
Este tipo de alfombra persa es llamada Ghoum porque tiene su procedencia en esta ciudad, situada a 150 km de Teherán y considerada por los chitas como “la ciudad sagrada”.
Como sucede con la “margarita (Minakhani)” en las alfombras Veramin, en algunas alfombras Ghoum también se reproduce de forma repetida el diseño boteh, una especie de ameba o almendra, muy reconocido y que suele prescindir de medallón aunque, en muchas ocasiones, también podemos verlo en composición con otro tipo de flor o incluso con pequeñas figuras de animales.
Pero los artesanos de Ghoum también elaboran alfombras con otros diseños, igualmente muy característicos, como el motivo de “jardines” que se configura de forma repetida, en cuadrados o medallones y en donde se encuentran árboles o flores, el motivo “herati” y el que ya hemos nombrado “boteh”.
Alfombra de diseño Ghoum a la derecha de frente, en nuestra tienda física.
ABADEH
Otras alfombras persas que me parecen muy bellas, son originarias de Abadeh, ciudad situada en el suroeste de Irán, entre Isfahan y Shiraz.
Estas alfombras son las que tienen el motivo Heybatlou, que cuenta normalmente con un medallón en el centro y se suele repetir en las cuatro esquinas. En ocasiones, aparecen también miniaturas de árboles y de animales de trazados muy primitivos. Los colores dominantes son el rojo y el granate.
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Como podéis apreciar, el mundo de las alfombras orientales posee un gran significado y las historias que contienen cada una de ellas, no son al azar. Todo tiene sentido y se puede leer mucho observando un tapiz. ¿No os parece?
Estas son solo tres muestras del atractivo mundo de las alfombras persas y orientales, pero hay muchas más. Si visitáis nuestro establecimiento, me encantaría enseñaros en persona todos estos detalles que, estoy segura, os impresionarán, ya que la belleza de las alfombras va más allá del propio nudo.
Os recuerdo que también disponemos de una tienda online www.alfombrasyasmina.com en la que podéis comprobar detenidamente, todos los detalles que os he explicado anteriormente. ¿Vienes a visitarnos?