Este concepto puede significar acogedor, entrañable, afectuoso, y se refiere a disfrutar de los pequeños placeres de la vida, sobre todo en casa, aunque también un largo paseo sintiendo el frío podría considerarse Hygge.
Cuando es en casa, no se trata solamente de estar en casa, consiste en crear ambientes y momentos en los que se disfrute de los detalles y, os puedo asegurar, que esa sensación es la que tengo y cuento a mis clientes cuando vienen a comprar una alfombra oriental. Por ejemplo visualizo un té delante de la chimenea sobre una alfombra. Quizá esas visiones que siempre hemos tenido cogen forma y, en base a los pequeños detalles, las vivimos de una manera muy cercana, amable y nos proporcionan grandes dosis de felicidad. Y de esto los daneses saben mucho ya que su país ostenta el título de “País más feliz del mundo”, tal como cuenta el World Happiness Report 2016 Update, un estudio que analiza la felicidad en 156 países.
Es posible que su origen provenga de la necesidad de pasar más tiempo en casa por cuestiones climatológicas, sin embargo, este concepto se ha exportado y ya forma parte de la cultura de muchas personas en todo el mundo. Es un concepto tan amplio, consistente en crear esos momentos de forma tan personalizada, que a veces, mejor que explicarlo, es mostrar unas imágenes como estas:
La comida entre amigos, compartiendo platos y risas, en una mesa, encima de una alfombra. Para este tipo de situación mi propuesta es Moud Iran
Una bañera mientras suena la música, y el confort de una alfombra que te recoge al salir. ¿Qué te parece esta que te propongo? Pincha aquí y descubrirás mi apuesta para un entorno similar.
Un té caliente frente a la chimenea, con la compañía de un libro, sobre unos cojines y una alfombra. En mi mente, me imagino la misma escena pero con una de nuestras alfombras, una Gabbeh Persa (pincha sobre el nombre) y unos cojines Kilim Afgan (pincha sobre el nombre)
Disfrutar de un café, junto con tu mejor amig@, o a solas, en un salón donde impera una alfombra. Ahora, imagina la misma situación, pero con esta alfombra, un modelo Gashgai Iran. Pincha aquí para descubrirla.
Cuando recreo todos esos momentos, no concibo ni uno solo sin una alfombra.
¿Te lo imaginas? ¿Casi puedes sentirlo? Pues esto es el hygge.