Las alfombras han sido y serán un gran regalo tal como explicamos en nuestro post anterior. ¿Quieres descubrirlo?
Ya os anticipaba en mi artículo de la semana pasada, que una alfombra es un regalo siempre bienvenido pero es un detalle en el que no solemos pensar a la hora de agasajar a alguien. Os mostraba así mismo, diferentes opciones muy económicas que podíais encontrar en nuestra tienda física y en nuestra tienda online.
Sin embargo, las alfombras de gran tamaño de origen persa, alfombras rusas, pakistaníes o chinas, han simbolizado a lo largo de la historia, el gusto por obsequiar.
Una alfombra, además de ser un elemento de decoración, puede ser gracias a su elaboración y belleza, una obra de arte y si tiene más de 50 años, estaréis regalando una antigüedad. Cualquier otro tipo de objeto debe de tener más de un siglo para considerarse antiguo, pero en el caso de las alfombras, a partir de medio siglo, ya pueden exhibirse en ferias de anticuarios como objetos de pleno derecho. De hecho, esta pieza anudada en Azerbaijan, que puedes adquirir en nuestra tienda, es un ejemplo.
Me gusta incidir en que la presencia de las alfombras en la historia, nos ha dado grandes momentos siendo utilizadas como regalo. De hecho, Cleopatra, envuelta en una bella alfombra entre varias alfombras orientales entregadas como presente, consiguió llegar a Julio César y gracias a ese encuentro, él contribuyó a que la famosa reina recupera su corona en Egipto.
En un evento tan significativo como la unión de dos personas, una alfombra persa resulta un maravilloso regalo de bodas, con el que se pueden trasmitir los mejores deseos: el amor, la belleza, el confort del hogar que se va a crear a partir de ese momento o incluso la magia que nos trasfiere el sueño de una alfombra voladora…
¿Habéis pensado que comprar una alfombra supone comprar un regalo sin complicaciones? Por su gran variedad de colores, tamaños, diseños clásicos o modernos y diversidad de precios, podréis encontrar la que se pueda adaptar mejor a la casa de los novios. Igualmente por su capacidad estética propia, encajará perfectamente en cualquier circunstancia cromática. Mi propia experiencia de tantos años me ha demostrado, en palabras de los obsequiados, que cuando se regala una alfombra oriental se acierta plenamente. Por ser artesanales son un regalo único, siempre diferente.
En algunas ocasiones el regalo se puede realizar entre varios amigos o familiares, lo que permite comprar una alfombra más grande, de mayor precio o incluso varias piezas para distintos ambientes.
Aquí os muestro tres tipos de alfombras con los que podréis sorprender:
Pincha sobre las fotos para los detalles.
Hay también otro tipo de motivación que puede animaros a regalar estos objetos tan apreciados: La ejecución artesanal de sus nudos en la que, desde hace unos años, las manos de las mujeres han sustituido a las de los niños, y que ha proporcionado una vía de sustento en zonas muy deprimidas de lo que se puede denominar la antigua Persia.
Ya hemos visto la simbología que puede traducirse en una alfombra como regalo de boda. Lo increíble es que cada alfombra cuenta una historia, y esa historia puede estar relacionada con la persona a la que queréis sorprender. ¿Qué os parecería regalar esta alfombra, que representa el Árbol de la Vida, a una persona que cumpla 40 años? En el meridiano de la vida, con sueños cumplidos y muchos por cumplir, esta alfombra es una obra de arte que representa lo que vendrá, lo que se disfrutará.
¿No es evidente, por lo que os he contado, que una alfombra oriental supone garantía de éxito en el arte de regalar?