Limpieza De Alfombras

LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO DE ALFOMBRAS PERSAS Y ORIENTALES

Una ALFOMBRA ORIENTAL es un artículo artesanal muy decorativo que nos proporciona belleza, elegancia y confort. Como las materias y los tintes que se utilizan en su manufactura son naturales, si están bien cuidadas, pueden estar siempre tan bonitas como el primer día y durar muchos años. Por eso, son importantes unos consejos y trucos que Alfombras Yasmina recomienda para mantener las alfombras como el primer día.

ASPIRAR

El mejor aliado de una alfombra es el aspirador. Conviene aspirar con frecuencia o bien cepillarlas preferiblemente en la dirección del pelo, y de vez en cuando aspirarlas por ambos lados (cara y revés) para evitar que se acumule el polvo y que aparezcan polillas.

SACUDIR

No es aconsejable sacudir las alfombras pues se deterioran tanto los laterales como los flecos.

ROTACIÓN

Se recomienda rotar las alfombras dos o tres veces al año para que se pisen todas las zonas por igual. De no hacerlo así siempre habrá unas partes más sucias y desgastadas que otras.

QUÍMICOS

No se deben utilizar amoniaco ni productos químicos que debiliten la brizna de la lana, ni tampoco son aconsejables las espumas secas que dejan restos. Lo mejor es lo más sencillo: agua y jabón.

LÍQUIDO

Si cae sobre la alfombra algún líquido es conveniente secarla con rapidez con un paño absorbente y si es necesario avisar a un especialista. En Alfombras Yasmina daremos con la solución más adecuada.

LAVADO

Conviene tratarlas y lavarlas periódicamente para que estén bien conservadas y su duración sea mayor. La frecuencia aconsejada para la limpieza de la alfombra dependerá del mayor o menor uso que se le dé a las alfombras. No espere a verlas muy sucias; se aconseja lavarlas cada dos o tres años.

LAVADO Y LIMPIEZA

El método de limpieza más adecuado para las alfombras es el mismo que realizan en los países de origen, manualmente, sin utilizar productos químicos ni abrasivos, solamente agua y jabón neutro. Este método es el mismo con el cual las alfombras han sido limpiadas desde hace cientos de años.

Una limpieza inadecuada, en seco o con abundantes productos químicos, sin un buen aspirado previo, deja restos en la alfombra, atraerá más polvo y hará que se ensucie más rápido.

Un buen lavado, además de desinfectar, consigue que los materiales no se debiliten y hace sus alfombras más resistentes. Se aconseja lavar las alfombras persas y orientales con una frecuencia de 1 a 3 años, dependiendo siempre del uso que se haga de ellas y de la ubicación dentro del hogar.

ARREGLOS Y RESTAURACIÓN

En las alfombras orientales los flecos y los laterales es lo primero que se estropea con el uso y es necesario arreglarlos o sustituirlos lo antes posible para evitar un mayor deterioro cuya reparación sería más difícil y costosa.

En una alfombra oriental estropeada casi todo tiene solución; además de los flecos y laterales ya nombrados se pueden restituir colores desteñidos, quitar «manchas rebeldes», marcas de orines de animales, roturas diversas, recuperar colores desvaídos, tratar contra la polilla y arreglar los desperfectos ocasionados por ella, etc., pero siempre se recomienda pedir presupuesto antes de proceder a la reparación y considerar el coste actual de esa pieza. En la mayoría de las ocasiones vale la pena realizarlo pues una restauración bien hecha es difícil de apreciar a primera vista y deja su alfombra en impecables condiciones de uso.

En la mayoría de las ocasiones vale la pena realizarlo, pues una restauración bien hecha es difícil de apreciar a primera vista y deja su alfombra en impecables condiciones de uso.

ALMACENAMIENTO Y CONSERVACIÓN

La lana es un material poroso y termorregulador por lo que no es necesario recoger las alfombras en verano pero, si por algún motivo se decide retirarlas, es conveniente lavarlas antes (la lana sucia está más expuesta al ataque de las polillas).

Una vez limpias deben de guardarse enrolladas, nunca unas sobre otras, ni dobladas, para evitar marcas, protegidas con productos antipolilla y cubiertas con un paño o papel; el plástico, si se almacenan durante un espacio de tiempo prolongado, puede llegar a producir moho.

POLILLA

Un gran enemigo de las alfombras persas y orientales de lana es “la polilla”. Es aconsejable revisar con cierta frecuencia las partes de la alfombra que están bajo muebles, camas o en espacios que no se pisan con regularidad y tratarlas con productos antipolilla para evitar que críen y puedan llegar a producir daños graves y costosos de reparar.

Una alfombra apolillada tiene reparación, pero en algunas ocasiones el costo de ésta es tan elevado que no resulta rentable.

CONFÍE SIEMPRE EN PROFESIONALES

En Alfombras Persas Yasmina disponemos de un equipo de profesionales, nativos de países orientales, que darán el tratamiento adecuado a cada una de sus alfombras tanto en el proceso de lavado como en las restauraciones que sean necesarias.

Si en su día decidió adquirir una alfombra de calidad asegúrese también de que el mantenimiento sea de calidad; de este modo permanecerá en perfectas condiciones durante mucho tiempo.

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